El pasado miércoles 9 de septiembre se cumplían 25 años de la última jornada liguera afectada por una gran huelga en España. La huelga, convocada el 3 de septiembre de 1984 por
Era la cuarta huelga convocada por el sindicato pero a diferencia de las tres anteriores ésta iba a ser secundada mayoritariamente por sus afiliados. Sin embargo, los clubes decidían que la jornada debía disputarse y optaban por presentar alineaciones con jugadores aficionados, juveniles, militares (sin derecho a huelga) y con los pocos profesionales que no secundaban el paro.
Con este panorama se presentaba la segunda jornada de la temporada 84/85. Al Real Avilés, encuadrado en el grupo I de 2ªB, le tocaba viajar hasta Cataluña para rendir visita al Figueres. Los profesionales del equipo avilesino decidían ir a la huelga y los jugadores amateurs de la plantilla apoyaban la decisión de sus compañeros. Así las cosas, hasta tierras catalanas se desplazaba el equipo juvenil de Liga Nacional que ni siquiera había empezado la temporada. Lo que no se podía esperar la expedición avilesina era que el club ampurdanés presentase a su primer equipo, con las únicas ausencias de los cuatro jugadores profesionales en plantilla.
Como no podía ser de otra manera dadas las circunstancias el resultado al final del partido era de escándalo: Figueres 10-2 Real Avilés. Los juveniles que defendían la elástica del primer equipo blanquiazul aquella tarde eran: Jesús, Cordero, Domínguez, Víctor, Álvaro, Arniella, Benjamín, Fran, Marcos (Guillermo), Mitin (Juan) y Arias. Los goles avilesinos eran obra de Benjamín (al transformar un penalti) y Domínguez.
El equipo entrenado por Ángel Herrero presentaba un equipo formado por dos juveniles de primer año, cinco de segundo año y el resto de tercer año, que lógicamente se veían incapaces de plantarle cara a todo un 2ªB como el Figueres.
La huelga se prolongaría durante toda la semana y la tercera jornada de Liga era suspendida en todas las categorías profesionales (1ª, 2ª y 2ª división B) al no alcanzarse ningún tipo de acuerdo entre
Las consecuencias de la jornada de huelga iban más allá. Así, el 20 de enero de 1985, el Figueres saltaba al Suárez Puerta para devolver la visita al Real Avilés. La afición blanquiazul recibía a los visitantes con una atronadora pitada y con gritos de “esquiroles, esquiroles”. Con el ambiente caldeado y en un partido bronco, la guinda la ponía el árbitro al conceder un gol “fantasma” al Figueres. De ahí al final fuertes entradas sobre el terreno de juego e intentos de invasión de campo en la grada. Finalmente el encuentro acabaría con el resultado de 2-2 y el consiguiente reparto de puntos.
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