Luis José Castro García (Avilés, 3 de noviembre de 1966) dio sus primeras patadas a un balón en los equipos de fútbol del Colegio San Fernando, con el que llegó a proclamarse subcampeón en el campeonato de España escolar. Como cualquier niño avilesino de la época que destacara en el mundo del fútbol su destino fue
En la temporada 83/84, aún en edad juvenil, la participación del delantero avilesino en partidos oficiales iba a ser testimonial. Su debut se producía el 23 de octubre de 1983, en un partido en el que el Sabadell ganaba por 0-5 en el Suárez Puerta. Luis disputaba sus primeros 27 minutos en 2ªB después de sustituir a Calvo. Esos minutos serían los únicos que jugaría en su primera temporada en el primer equipo.
Su buena proyección y su enorme futuro no pasaron desapercibidos para los ojeadores nacionales, así en la temporada 84/85 era el Valladolid el que conseguía hacerse con los servicios del todavía juvenil Luis Castro. Tras una temporada en el Valladolid juvenil y otras dos en el Valladolid Promesas, en la temporada 87/88 retorna a Avilés ante la falta de oportunidades en el primer equipo. Bajo la dirección de Raúl González se conformaba uno de los mejores equipos en la historia del Real Avilés, equipo en el que Luis formaba una delantera letal junto con Joaquín y Velázquez. Aunque esa gran temporada no se podía culminar con el ascenso Luis Castro firmaba unos buenos números, con un total de 35 partidos y 5 goles.
La temporada 88/89 se presentaba con el objetivo de buscar el ascenso a 2ª división, para ello se decidía incrementar el presupuesto destinado a la plantilla. Esta decisión iba a afectar directamente a Luis ya que la llegada del delantero del Pontevedra Miguel Soro iba a cerrarle las puertas de la titularidad en la mayor parte de la liga. Aún así Luis jugaba 21 partidos de liga en los que anotaba 4 goles. A pesar de los refuerzos y el buen juego un año más el Real Avilés se quedaba a las puertas del ascenso.
La 89/90 iba a ser la definitiva y Luis Castro estaba destinado a ser pieza clave en el ansiado ascenso, aunque no fuera un titular indiscutible su entrada al campo era sinónimo de revulsivo, de peligro en el área y muchas veces de gol. Sus 10 goles ayudaron a conseguir muchos puntos que al final de temporada significaron el ascenso a la ansiada 2ª división 30 años después.
La temporada 90/91 iba a traer consigo otra novedad para Luis además del cambio de categoría. Vicente González-Villamil decidía retrasar la posición en el campo del hasta entonces delantero avilesino pasando a jugar en posiciones más retrasadas y escorado en banda derecha, actuando normalmente de carrilero diestro. Su debut en 2ª división se producía el 2 de septiembre de 1990 en el partido inaugural de la liga en el que el Real Avilés recibía la visita del Real Murcia. El partido acabaría con el resultado de 0-0 y supondría el primer punto en el casillero avilesino. El 16 de septiembre de 1990 Luis Castro volvía a pasar a la historia del club, en el minuto 63 del partido entre el Real Avilés y el Rayo Vallecano marcaba de cabeza el primer gol del R.A.I. en 2ª división. En una fenomenal temporada en lo que al equipo se refiere, Luis aportaba su granito de arena con 2 goles en los 25 partidos que llegó a disputar.
En la segunda temporada del Real Avilés en 2ª división Luis Castro iba a tener mucha menos participación, la cesión por parte del Sporting del interior derecho Jaime cerraba las puertas al extremo avilesino, que jugaría un total de 9 partidos aunque sólo 2 de ellos como titular. A pesar de no completar una gran temporada, con el descenso realavilesino Luis firmaba por el recién ascendido CD Lugo, donde se iba a reencontrar con viejos conocidos como Blas o Montoto.
En Lugo realizaba una aceptable temporada en la que disputaba 30 partidos sin conseguir ningún gol. Tampoco en esta ocasión su equipo tenía mucha suerte y Luis se veía nuevamente abocado al descenso de categoría. Sin embargo el avilesino se negaba a abandonar la 2ª división y de cara a la temporada 93/94 fichaba por otro recién ascendido, el Toledo. Allí también iba a tener varias caras conocidas en el vestuario, como la de su primo Toño Castro (que años más tarde destacaría como central en el Compostela) o la de su ex-compañero y amigo Javi Moreiras. La temporada del Toledo fue histórica, acabando la liga en 4º lugar y estando a un paso de 1ª división, opción que se esfumaba al perder la promoción contra el Valladolid. Al finalizar la temporada Luis no entraba en los planes del club castellano y decide volver a casa.
En julio de 1994 empezaba la que sería su tercera etapa en el equipo blanquiazul. Con Monchu en el banquillo Luis Castro se hacía dueño de la banda derecha avilesina desde la que marcaba un total de 8 goles en los 34 partidos que disputaba.
De cara a la temporada 95/96 José Luis Quirós tomaba las riendas del equipo pero la situación de Luis dentro del equipo no iba a cambiar, un año más era una pieza clave y ayudaba al equipo a meterse en la liguilla de ascenso a 2ª. La suerte no iba a acompañar en dicha liguilla pero se puede decir que la temporada fue muy buena en líneas generales. En lo que a Luis se refiere, en la 95/96 disputaba 41 partidos y conseguía 2 goles.
La temporada 96/97 iba a traer consigo un nuevo reto para el avilesino, la llegada al equipo de Robert, un fenomenal extremo derecho que llegaba procedente del Langreo y que iba a suponer una competencia difícil de superar. Aunque Robert se hacía con el puesto Luis disputó 16 partidos en los que consiguió marcar 2 goles.
En la temporada 97/98 eran sólo 5 los jugadores que permanecían en la plantilla con respecto al año anterior, entre ellos Luis Castro. Esta revolución venía provocada por la entrada en acción del nuevo máximo accionista (José María Tejero) y del nuevo secretario técnico (Ulpiano Cervero), con ellos llegaba un nuevo técnico: Jon Pujana. Éste no iba a durar mucho y pronto iba a ser sustituido por un viejo conocido como era Raúl González. El Real Avilés iba a sufrir de lo lindo para mantener la categoría (en la promoción de permanencia) y Luis Castro aportaba su experiencia, su casta y su fútbol para conseguirlo. En total jugaba 32 partidos y marcaba 7 goles.
La temporada 98/99, con 32 años, Luis Castro afrontaba su última temporada en activo. No fue una temporada excesivamente destacada, y sólo marcaba 1 gol en los 11 partidos que disputaba. El 6 de enero de 1999 Luis vivía un día muy especial, ese día saltaba al terreno de juego del Nuevo Román Suárez Puerta portando el brazalete de capitán del equipo para reinaugurar el estadio que tanto había gozado con sus goles. Parecía que el destino podía tenerle reservado el primer gol en el nuevo estadio pero no fue así, esta vez el honor recaía en el oviedista Nadj.
Luis Castro jugaba su último partido el 23 de mayo de 1999 ante el Langreo en el Suárez Puerta y se despedía marcando. Colgaba las botas después de haber defendido la camiseta realavilesina durante 11 temporadas (4 de ellas junto a su hermano Nacho), sumando un total de 277 partidos oficiales y 42 goles. Además se retiraba con la satisfacción que deja el trabajo bien hecho después de dar el máximo en cada partido y con el orgullo de ser profeta en su tierra, algo muy difícil… y en Avilés más si cabe.
Tras su retirada en la temporada 99/00 pasaba a formar parte del cuerpo técnico como ayudante de Ángel Herrero. La experiencia no fue buena y abandonarían el club antes de acabar la liga, que acabaría con el Real Avilés en 3ª división 13 años después.
Después de unos años apartado de la actualidad del club, en la temporada 04/05 Luis Castro aceptaba el reto de volver al R.A.I. en calidad de directivo. Llegaba con la mejor intención del mundo para echar una mano a un club que pasa por los peores momentos de su historia, sin embargo pronto se daba cuenta de que nada se puede hacer mientras los actuales dirigentes continúen al frente del club.
En la actualidad se mantiene alejado del mundo del fútbol, pero no nos cabe duda que será el primero en arrimar el hombro cuando sea necesario, eso sí, con un único interés: ayudar a su Real Avilés.
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