viernes, 17 de julio de 2009

Doval: saltador y goleador

En el verano de 1955 el Real Avilés se hacía con los servicios de un joven delantero centro gallego procedente del Salgueiros de Oporto, equipo de la 1ª división portuguesa. Su nombre era Pancho Doval.

Francisco Doval Mera nació en Puenteareas (Pontevedra) el 27 de septiembre de 1932. Tras destacar en el Juvenil de Puenteareas y en el Zeltia de Porriño fue captado por el Celta de Vigo, con el que no llegaría a debutar en partido oficial debido a su juventud. Además de su olfato goleador, su estilizada figura y potente salto (que le hacía ser un gran rematador de cabeza) y su elegante toque de balón, Doval también destacaba en otros deportes, especialmente en atletismo, y más concretamente en la modalidad de salto de longitud. Así, el 11 de agosto de 1953 se proclamaba campeón de Galicia en el estadio de Balaídos tras lograr una marca de 6,61 metros. Al día siguiente también conseguía vencer el concurso de triple salto, después de saltar 13,29 metros. Un año más tarde, el 10 de septiembre de 1954, se proclamaba campeón de España de salto de longitud con una marca de 6,45 metros, en unos campeonatos celebrados en Tetuán.

Su llegada a Avilés se producía en la temporada 55/56, con el equipo en 3ª división después de 3 temporadas consecutivas en la División de Plata y habiendo rozado el ascenso a la máxima categoría. Su debut tenía lugar el 28 de agosto de 1955, en plenas fiestas de San Agustín, en el partido de presentación de un Real Avilés que se enfrentaba precisamente al Celta de Vigo. Doval marcaba el primer gol de un encuentro que finalizaba con 2-2 en el marcador. Su primera temporada fue espectacular, tanto en lo personal como en lo colectivo. Sus más de 30 goles colocaban al equipo subcampeón al finalizar la Liga, lo que le daba derecho a jugar la liguilla de ascenso a 2ª división. Tras quedar en 2ª posición en dicha liguilla el Real Avilés se veía obligado a jugar una eliminatoria a doble partido ante la Gimnástica de Torrelavega de la que saldría el nuevo equipo de 2ª división. En el partido de ida jugado el 24 de junio de 1956 en el estadio torrelaveguense del Malecón el Real Avilés sentenciaba la eliminatoria al vencer por 0-3, con un gol de Eguren en propia meta y otros dos de Pancho Doval. La vuelta, jugada el 29 de junio en La Exposición, se iba a convertir en una fiesta. El conjunto avilesino volvía a ser muy superior y ganaba 4-1 con otros 3 goles de Doval, que se convertía así en el héroe del ascenso.

En la temporada 56/57 el Real Avilés volvía a 2ª división y Doval iba a ser de nuevo un jugador clave en el equipo. El debut de Pancho en la nueva categoría iba a producirse en la primera jornada de Liga. El 8 de septiembre de 1956 el Real Avilés recibía a un Caudal de Mieres que saldría goleado por 4-0, con 2 goles de Doval. Ese día también era el estreno en partido oficial del nuevo nombre del estadio avilesino, pasando a denominarse Román Suárez Puerta en honor al alcalde bajo cuyo mandato fue construido el estadio hasta entonces conocido como La Exposición.


De pie: Asenjo, Castejón, DOVAL, Arocena, Chelona y Cesu Sport. Agachados: Chinín, Mantido II, Linares, Pérez Ocaña y García Pajares.


Otro gran día en la trayectoria de Doval se producía el 21 de abril de 1957, cuando en el partido que enfrentaba al Real Avilés y al Círculo Popular de La Felguera el delantero gallego era capaz de anotar nada más y nada menos que 5 goles, con resultado final de 8-1 para los locales. Al día siguiente la prensa lo califica de "goleador sempiterno". Al final de temporada el equipo blanquiazul acababa la Liga en 7ª posición y Doval era su principal estilete ofensivo anotando un total de 30 goles.

La temporada 57/58 no fue tan brillante como la anterior, y una vez más el rendimiento de Doval y el del equipo iban de la mano. A pesar de pasar buena parte de la temporada lesionado su presencia iba a ser otra vez trascendental. En la última jornada de Liga, el 1 de junio de 1958, el Real Avilés se jugaba la permanencia en Sestao y Pancho Doval marcaba un solitario gol que aseguraba la estancia en la División de Plata otro año más.

Una vez asentados en la categoría, la directiva blanquiazul quería dar un paso más e intentar el ascenso a 1ª división. Para ello con el inicio de la temporada 58/59 se abría una campaña con el fin de recaudar fondos entre los aficionados para poder hacer frente al coste de los fichajes. El propio Doval se unía a la campaña con la aportación de una cantidad bastante elevada para la época: 500 pesetas, la tercera parte de su sueldo mensual. Todo un gesto que demostraba el compromiso de Pancho con Avilés y con el Real Avilés. Pese a los numerosos refuerzos (incluidos el argentino Porcel y el internacional austriaco Otto Hofbauer) el equipo no cumplía con las expectativas generadas, y lejos de luchar por el ascenso se veía abocado una vez más a luchar por la permanencia hasta el final. Por su parte Doval también completaba una irregular temporada, fruto sobre todo de las continuas lesiones que no le permitieron gozar de la continuidad deseada.


De pie: Rionda, DOVAL, Barbeito, Asenjo, Florín y Otto Hofbauer. Agachados: Valentín, Cesu Sport, Sanjuán, Chelona y Bellón.


La temporada 59/60 iba a poner fin a unos años maravillosos en la categoría de plata del fútbol español. Una planificación equivocada, un cambio de entrenador y una mala dinámica general provocaba que el Real Avilés ocupara el penúltimo lugar de la clasificación y por tanto descendiera de categoría. El 17 de abril de 1960, el Real Avilés se despedía de la 2ª división venciendo al Real Gijón por 4-0. Nadie podía pensar en ese momento que recuperar la categoría iba a costar la friolera de 30 años.

Con el descenso a 3ª, y según la normativa de la época, los jugadores profesionales con contrato en vigor se veían obligados a permanecer en el club. Además de eso, Doval ya se encontraba afincado y totalmente establecido en Avilés donde había contraído matrimonio y donde residiría el resto de su vida. Sus mejores años de fútbol ya habían quedado atrás pero a pesar de ello todavía jugaría otras 3 temporadas antes de su retirada definitiva, 3 temporadas en 3ª división con 3 clasificaciones para la promoción de ascenso y otros tantos batacazos. Fueron años muy duros para la afición realavilesina, que iba a ser testigo de la eliminación de su equipo en la fase de ascenso durante 8 temporadas consecutivas.

Aún con todo, Doval todavía dejaría muestras de su innegable olfato goleador. Como muestra las eliminatorias por el ascenso de la temporada 61/62, donde anotaba 5 goles en los 3 partidos que disputaba, goles que no fueron suficientes para conseguir el ansiado retorno a la 2ª división.


De pie: Manolín, Carlos, Rionda, Ángel, Belisario, Chelona, Lito y Silverio. Agachados: Cabal, Daniel, DOVAL, Rendueles, Neira y Acuña.


El 31 de marzo de 1963 jugaba en Luanco su último partido con el Real Avilés (foto superior) y, como no podía ser de otra manera, el delantero gallego dejaba su firma en forma de gol, en un encuentro que acababa con victoria avilesina por 1-3. Al finalizar la temporada 63/64 y como consecuencia de una enfermedad, Pancho Doval se veía obligado a dejar el fútbol de manera definitiva con tan sólo 30 años. Después de 8 temporadas y 130 goles con la camiseta blanquiazul se retiraba uno de los mejores delanteros de la historia del Real Avilés. A partir de ese momento pasaría a ser lo que se conoce como un “hombre de club”, ejerciendo diferentes labores dentro del club, desde secretario técnico hasta directivo, pasando incluso por el banquillo en algún momento puntual.

El 29 de octubre de 1990 Francisco Doval fallecía en Avilés a los 58 años de edad víctima de una larga enfermedad.


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